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miércoles, 5 de agosto de 2009

Decir groserías mitiga el dolor

Avances de la Ciencia Muy interesante:
Expresar malas palabras ayuda a mitigar el dolor, mientras que las maldiciones permiten tolerar 50 por ciento más el dolor. Se trata de una terapia o catarsis que ayuda a sanar situaciones que de otra forma no se podrían expresar. El psiquiatra Ernesto Lammoglia, citó un artículo publicado en Milenio diario que habla sobre esta reacción de algunos seres humanos a situaciones adversas y que implican dolor. Decir palabrotas y maldecir reduce el dolor que se siente, cuando nos caemos o nos golpeamos, según una investigación realizada por la Universidad de Keele, que concluye que emplear los términos malsonantes del lenguaje alarga en 50 por ciento el tiempo en que se puede soportar el dolor. El director de la investigación, profesor de Psicología de esta Universidad Richard Stephens, explica en el estudio que tuvo la idea de estudiar esta conexión cuando accidentalmente se golpeó un dedo con un martillo. Por ello, pidió a 64 estudiantes voluntarios que metieran una de sus manos en un recipiente con agua helada y que resistieran lo más posible mientras repetían una misma palabrota. Después, les pidió que repitieran el experimento, pero empleando una palabra común con la que describirían una mesa. El resultado fue que los estudiantes resistían una media de dos minutos cuando empleaban términos ofensivos, indecentes o groseros, y una media de un minuto y quince segundos cuando no lo hacían. Sin embargo, el estudio admite que no queda claro cómo o porqué la existencia de este vínculo, pero sugiere que el efecto de reducción de la sensación de dolor tiene que ver con que las palabras gruesas desatan lo que denominan "la reacción natural lucha-huida". El estudio detalla que el corazón se acelera cuando utilizamos un vocabulario malsonante, lo mismo que ocurre cuando nos encontramos en una situación de debilidad o de miedo y tratamos de reducir la sensación de amenaza para hacerle frente.Lammoglia explicó que es muy común decir palabras altisonantes, aunque muchas veces son mal empleadas, porque no se conoce ni su significado y se dicen en un contexto equivocado. Sin embargo comentó que se trata de una catarsis cuando se acude a terapias grupales en donde se expresa no solo el dolor, sino otra serie de sentimientos que sólo con ese tipo de palabras se pueden expresar.

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